Virgen de Shönstatt
Aprietas nostalgia, brisa mental,
te acrecientas entre recuerdos,
vienen las bondades a tu memoria
de un suelo generoso, San Isidro,
de paisajes casi agrestes, escondidos.
Espacio verde y cemento urbano,
de calles y luces con su cielo detrás,
recorridos, despacio, deprisa, en silencio
o con la algarabía de la niñez.
Nostalgia , también tu peregrinas
en procesión por el camino de tilos.
Allí te espera la mística escena,
una capilla, con otra diadema
La Virgen María con su imagen sencilla
tres veces admirable de Shönstatt
Madre, Reina y Victoriosa.
Esperanza de amor, de luz y de fe
renuevas, del hombre, su esencia,
levantas al mundo y lo pones de pie.